La Ley Adam Walsh también modificó una disposición de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) para proteger a los solicitantes de visas de inmigrante. Como resultado de la enmienda, cualquier ciudadano estadounidense y residente permanente legal (LPR) que haya sido condenado por ciertos delitos, específicamente contra menores, no podrá solicitar una visa para ningún miembro de su familia.
Consulte nuestro blog anterior con más información general sobre la Ley Adam Walsh. Debido a la popularidad de nuestro blog anterior sobre este tema, estamos agregando más información sobre cómo los solicitantes que trabajan con un abogado pueden demostrar que el peticionario no representa un riesgo para la seguridad de sus familiares beneficiarios.
Para demostrar que no representan un riesgo para la seguridad según la Ley Adam Walsh, el peticionario debe proporcionar evidencia de su rehabilitación y su bajo riesgo actual de reincidencia. Esta evidencia puede incluir:
· Finalización del tratamiento para delincuentes sexuales.
· Un largo período de tiempo sin ninguna actividad criminal adicional
· Una red familiar y comunitaria de apoyo
· Participación en grupos de autoayuda u otros programas que promuevan la rehabilitación.
· Empleo y estabilidad financiera
· Referencias de carácter positivas de amigos, familiares y empleadores.
Además, el peticionario deberá presentar una declaración personal explicando su condena, los pasos que ha tomado para rehabilitarse y por qué no representan ningún riesgo para la seguridad del beneficiario.
La carga de la prueba recae en el peticionario, que debe demostrar mediante preponderancia de las pruebas que no suponen un riesgo para la seguridad. Esto significa que el peticionario debe demostrar que lo más probable es que no reincida.
A continuación, se muestran algunos ejemplos específicos de evidencia que los peticionarios han utilizado con éxito para superar la presunción de la Ley Adam Walsh:
· Cartas de recomendación de terapeutas, consejeros u otros profesionales que hayan trabajado con el peticionario y puedan dar fe de su rehabilitación.
· Prueba de participación en grupos de autoayuda u otros programas que promuevan la rehabilitación
· Evidencia de estabilidad laboral y financiera
· Referencias de carácter positivas de amigos, familiares y empleadores.
· Una declaración personal que explique la condena del peticionario, los pasos que ha tomado para rehabilitarse y por qué no representan ningún riesgo para la seguridad del beneficiario.
Es importante señalar que no existe una lista única de pruebas que garanticen el éxito. El oficial de USCIS que revisa el caso del peticionario considerará todas las pruebas presentadas y tomará una decisión basada en los hechos y circunstancias específicos del caso.
También es increíblemente importante presentar la información de la manera correcta y con las explicaciones correctas, por lo que trabajar con un abogado con experiencia es clave en estos casos complicados. Si está considerando presentar una petición I-130 y está sujeto a la Ley Adam Walsh, es importante consultar con un abogado de inmigración con experiencia. Un abogado puede ayudarle a evaluar sus posibilidades de éxito y desarrollar una estrategia para superar la presunción de la Ley Adam Walsh.
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